
El «Método Sandwich» en las cremas te permite sacarles mucho más partido y adaptarlas a tu rutina de skincare. Te lo cuento en este post.
El método sandwich en las cremas es una técnica dermatológica utilizada para maximizar la efectividad de los productos tópicos en el tratamiento de diversas afecciones cutáneas, así como para mejorar la tolerancia de la piel a ciertos principios activos. Este enfoque consiste en la aplicación de diferentes capas de productos en un orden específico, de manera que se forme una «estructura en capas» similar a un sándwich, permitiendo que cada producto potencie la acción de los otros y mejore la función barrera de la piel.
El método sandwich en las cremas se basa en la aplicación de tres capas de productos con una secuencia precisa para optimizar los resultados:
Primera capa (hidratación ligera):
Se inicia con la aplicación de un producto humectante o hidratante de textura ligera, que puede ser un tónico o una esencia. Este paso prepara la piel, aporta hidratación inicial y mejora la absorción de los productos que se aplicarán posteriormente. Los ingredientes más utilizados en esta fase incluyen ácido hialurónico, glicerina o pantenol.
Segunda capa (principio activo):
Sobre la capa humectante, se aplica el tratamiento específico que contiene el principio activo, como retinoides, vitamina C, niacinamida o ácidos exfoliantes (como el ácido glicólico o salicílico). La presencia de una primera capa humectante reduce la posibilidad de irritación y facilita una distribución más uniforme del principio activo.
Tercera capa (sellado oclusivo):
Para finalizar el proceso, se aplica una crema o bálsamo de textura más densa que ayude a sellar la hidratación y crear una barrera protectora en la piel. Este paso evita la pérdida de agua transepidérmica (TEWL) y potencia la acción de los principios activos aplicados previamente. Los ingredientes más utilizados en esta fase incluyen ceramidas, manteca de karité y aceites vegetales.
El método sandwich en las cremas ofrece múltiples ventajas en el cuidado de la piel:
El método sandwich en las cremas es especialmente útil en el tratamiento de condiciones dermatológicas que requieren el uso de principios activos irritantes o de difícil tolerancia. A continuación, se detallan algunas de las situaciones más comunes en las que este método ha demostrado eficacia:
Los retinoides, como el ácido retinoico y el retinol, son ampliamente utilizados en el tratamiento del acné, el fotoenvejecimiento y la hiperpigmentación. Sin embargo, debido a su capacidad irritante, el método sandwich en las cremas permite mejorar la tolerancia y reducir los efectos secundarios sin comprometer su eficacia. Aplicar una capa humectante previa ayuda a disminuir el enrojecimiento y la descamación asociados al uso de retinoides.
Los ácidos alfa hidroxiácidos (AHA) y beta hidroxiácidos (BHA) se utilizan para exfoliar la piel, mejorar la textura y tratar el acné. La aplicación de una capa de hidratación antes del ácido reduce la posibilidad de irritación y facilita una exfoliación más uniforme y controlada.
La vitamina C es un antioxidante eficaz para tratar la hiperpigmentación y mejorar la luminosidad de la piel. Sin embargo, puede provocar irritación en pieles sensibles. El método sandwich en las cremas permite que la vitamina C se absorba de manera más suave y con menor riesgo de sensibilidad.
Las pieles con tendencia a la rosácea o la dermatitis suelen ser más sensibles y reactivas a los principios activos. El método sandwich en las cremas proporciona una barrera adicional que protege la piel de la irritación y mejora la tolerancia a los tratamientos específicos para estas condiciones.
Aunque el método sandwich en las cremas es una técnica efectiva, existen errores frecuentes que pueden comprometer sus resultados:
El método sandwich en las cremas es una técnica eficaz para mejorar la tolerancia y eficacia de los tratamientos tópicos en dermatología. La combinación de una fase humectante inicial, la aplicación controlada de principios activos y un sellado final oclusivo permite optimizar la penetración de los activos, mejorar la hidratación de la piel y minimizar los efectos adversos. Este enfoque es especialmente útil en el uso de retinoides, ácidos exfoliantes y antioxidantes, proporcionando una solución equilibrada para tratar diversas afecciones cutáneas.
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